La eliminación frente al PSG que deja al Barça fuera de la Champions cuando ya acariciaba las semifinales ha sido dolorosa. Por inesperada, por una parte, y por cómo se produjo, por otra. El día después se debate entre los que señalan al árbitro como el gran culpable de la derrota culé y los que tiran de sentido común que no se ponen ninguna venda en los ojos e intentan analizar la derrota en su justa medida.
Los primeros en reaccionar a la jugada de marras fueron el propio Araujo y Xavi. El uruguayo no lo aceptó y salió del campo haciendo con la mano el gesto de robo y repitiendo una y otra vez que era increíble lo que había sucedido. El defensa se excedió en el gesto por mucho que creyera que no había sido falta.
Las protestas del técnico
Xavi no le anduvo a la zaga. Nada más ver la roja a Araujo protestó de manera ostentosa y dio una patada a un valla al borde del campo. A la conclusión del choque bajó al césped y se encaró con el árbitro para decirle que había sido un desastre. Luego lo explicaría en la rueda de prensa además de recordar otras jugadas de la eliminatoria en las que el Barcelona se vio perjudicado. Xavi, acostumbrado a protestar, esta vez se excedió.
La Prensa apunta al árbitro
Los medios de Barcelona han comprado el discurso indicando que era una roja muy rigurosa y que el árbitro se había equivocado. Y seguían buscando todas las jugadas en las que los árbitros se equivocaron en los dos partidos de la eliminatoria contra el PSG. Poca crítica a un equipo que estaba con dos goles por delante en la eliminatoria y dejó escapar esa ventaja.
Gündogan, voz autorizada
En contraposición a este comportamiento de tinte forofista, existe otra corriente que viene avalada por las vacas sagradas del vestuario y que tira de sentido común. A Gündogan hay que escucharle cuando habla y fue muy claro en su análisis de la jugada. Con seriedad, mucha cabeza y sin ánimo de descalificar a nadie: “Es duro decirlo… Pero en estos momentos tan cruciales tienes que estar seguro si vas a por el balón. Yo no sé si toca el balón o no… Yo prefiero conceder un gol o incluso permitir un uno contra uno. Yo no sé si llegaba al balón o no, pero dale al portero la oportunidad de pararla, o incluso dales el gol”. Palabras de un jugador con enorme experiencia.
