ewandowski, Cancelo e Iñigo Martínez vieron la quinta amarilla en el partido frente a Las Palmas, tarjeta que acarrea un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. Los tres se perderán el partido frente al Cádiz lejos de Barcelona y después ya podrán jugar sin problemas el duelo ante el Real Madrid en el Bernabéu.
Sin embargo, para mí en el caso de Lewandowski y Cancelo deberían ser castigados con dos partidos y, por tanto, perderse el partido ante el Real Madrid. El Código Disciplinario de la RFEF es rotundo en este asunto y dice que si un futbolista fuerza la amonestación para cumplir partido de sanción debe cumplir el del castigo y otro adicional, es decir dos. Y ese fue el caso de Lewandowski y Cancelo, aunque muchos no lo quieran ver o aseguren que es indemostrable.
Para mí, Iñigo Martínez no forzó esa amarilla que le impedirá jugar ante el Cádiz, pero lo de Lewandowski fue descarado. Le llamaron de la banda para ser sustituido y miró para otro lado, esperó hasta que el árbitro decidió amonestarle, en una acción completamente buscada y provocada.
Cancelo buscó la tarjeta ya en el minuto 89, con el partido prácticamente acabado y en una acción en la que dio una patada innecesaria a un contrario. También fue claramente buscada y quien diga lo contrario miente.
Dicho esto también tengo muy claro que aquí no va a pasar nada. No habrá sanción y los dos estarán en el Bernabéu salvo lesión o enfermedad. Por eso casi sería mejor que quitaran esa norma que no sirve para nada y si la mantienen, que la hagan cumplir. Esta vez no oiremos las quejas de Laporta, Xavi o todo su ejército mediático. Salen indemnes a pesar de haber incumplido el Código Disciplinario. Y lo peor es que todo el mundo sabe, incluido los que deciden la sanción, que las tarjetas fueron forzadas.