El pasado martes, en el Bernabéu, los aficionados madridistas presentes en el estadio, la mayoría, viajaron al futuro más inmediato de su equipo. En el segundo tiempo, Dorival Junior, seleccionador de la Canarinha, decidió activar a Endrick, que se unió en la delantera de Brasil a Vinicius Junior y Rodrygo Goes. Un tridente de ataque que perfectamente podría ser el del Real Madrid a partir de la próxima temporada, cuando el aún jugador del Palmeiras, una vez cumplidos los 18 años, se incorpore de forma definitiva a la disciplina del club blanco.
Más allá del impacto inmediato de Endrick en el partido, con un gol a los pocos minutos de su entrada en el terreno de juego, el madridismo pudo hacerse una idea del potencial ofensivo que se abre para el equipo de Carlo Ancelotti. Porque antes del gol del joven de 17 años, había sido Rodrygo el que abrió la cuenta para Brasil, aprovechando un error de Unai Simón para definir con maestría con un globo perfecto. De hecho, el atacante brasileño más desacertado fue Vinicius, que se vio las caras por su banda con Dani Carvajal, lo que en el fondo no deja de ser otra buena noticia para el aficionado madridista. La solidez del futbolista nacido en Leganés es una garantía para el Madrid en la otra punta del terreno de juego.
Los tres brasileños, fichados por el Real Madrid cuando apenas eran proyectos de buenos jugadores en su país natal, formarán parte del arsenal ofensivo del equipo blanco a partir de julio de 2024. Pero no estarán solos. Su principal socio será un Jude Bellingham que, en este parón, ya sufrió la capacidad goleadora de Endrick, autor del gol que dio el triunfo a Brasil en Wembley. El mítico templo del fútbol inglés fue el escenario también del segundo partido amistoso de Inglaterra, ante Bélgica, en el que Bellingham se reencontró con el gol antes de volver el domingo a jugar con su club tras la sanción de dos partidos que le fue impuesta tras la surrealista última jugada del Valencia-Real Madrid.
Junto a ellos, los Brahim, Joselu, Arda Güler… ¿y Mbappé? El internacional francés no ha desvelado en las dos ruedas de prensa que ha ofrecido durante la última pausa internacional como capitán de Francia la identidad de su futuro club, una vez confirmada su salida del PSG el próximo verano, cuando expire su contrato con el club del Parque de los Príncipes. A estas alturas, y aunque en el universo Mbappé siempre es complejo hacer predicciones con un 100% de fiabilidad, pocos dudan que, por fin, el Real Madrid podrá hacerse con los servicios del que para muchos es el mejor jugador del mundo en estos momentos.
Las llegadas de Mbappé y Endrick completarían un ataque que, pese a su escasez de efectivos en la 23-24 (sólo cuatro delanteros puros en nómina tras la salida de Karim Benzema el pasado verano), está respondiendo a las expectativas. En cualquier caso, nadie duda que la llegada de esos dos refuerzos permitirá al equipo dar un salto cualitativo sideral en cuanto a producción ofensiva. El Real Madrid puede reunir en una misma plantilla a la delantera de Brasil, la selección más laureada del mundo, con el mejor jugador del planeta. ¿Alguien da más?
