Se espera un verano movido con los centrales del Barcelona. La irrupción sorprendente y vertiginosa de Pau Cubarsí ha trastocado los planes que tenía la Dirección Deportiva para el centro de la zaga. Aunque habían advertido la calidad de este futbolista, nadie esperaba que en apenas dos meses se hubiera hecho con un puesto de titular en el centro de la zaga azulgrana y debutado con la selección española.

Pau Cubarsí ya es un fijo en la plantilla azulgrana, ha llegado para quedarse. Eso lo tiene muy claro el club. Es un valor de futuro con el que ya están hablando para hacerle un contrato largo y bloquearlo con una cláusula de rescisión fuera del alcance de cualquier club. El problema con el que se encuentra la Dirección Deportiva es el enorme número de centrales que hay lo que obliga a tomar decisiones importantes.

En este momento, el club ya tiene un idea de lo que quiere hacer en el próximo ejercicio, pero todo depende del dinero que tenga el Barcelona para reforzar algunas posiciones y las salidas de alguno de sus defensas, unas deseadas y otras no. Existe un plan A, uno B, otro C y así sucesivamente.

La continuidad de Araujo

En el Barcelona tienen claro que la pareja del futuro la forman Cubarsí y Araujo. Consideran que su calidad es enorme y sobre todo que es una pareja a largo plazo por su juventud. El problema es que nadie sabe con exactitud qué pasará con el uruguayo. El Bayern tiene 100 millones para comprar al futbolista, mientras que el Barcelona ya le ha ofrecido la renovación de su contrato. Laporta está convencido que se quedará por lo que ha hablado con Araujo, pero mientras no esté firmado nada se puede asegurar.

La polivalencia de Koundé

Jules Koundé podría ser una de las ventas de este verano. Es un futbolista que tiene cartel aunque teniendo en cuenta la amortización que le queda pendiente no permitiría realizar un gran fichaje para sustituirle. Lo más normal es que siga ya que ser un recambio para el lateral derecho es una baza muy a valorar teniendo en cuenta que no está definido que el club pueda quedarse con Joao Cancelo ni recuperar a Julián Araujo.

El extraño caso de Íñigo Martínez

Íñigo Martínez es un jugador que gusta mucho a Xavi, pero habrá que ver al nuevo técnico. Y el problema del vasco es contractual. A pesar de tener un año más de contrato, no está inscrito para la próxima temporada porque no había espacio en la masa salarial. Si el Barcelona no pudiera hacerlo, quedaría desvinculado del Barcelona y el club azulgrana tendría que pagar una penalización. El club tendrá que decidir qué le interesa más, si seguir con el jugador o dejarle libre pagando ese dinero.

Christensen en el pivote

Al igual que en el caso de Koundé, la polivalencia de Christensen es un factor que juega a su favor. Xavi lo viene probando desde hace tiempo como pivote y está rindiendo a un gran nivel. Queda por ver si realmente el Barcelona está capacitado para fichar un buen refuerzo en esta posición. Si no es así, la presencia del danés sería muy importante. En su contra juega, en caso de una hipotética venta, que todo el dinero que ingresase el Barcelona sería beneficio ya que Christensen llegó a coste cero.

Lenglet no volverá

El Barcelona intentará vender al futbolista después de dos años de cesiones a Tottenham y Aston Villa. El problema es que tiene una ficha muy elevada. Lo que está claro es que la Dirección Deportiva azulgrana no cuenta con el regreso del futbolista.

Eric García y el Girona

Una situación muy similar a la de Lenglet. En el Barcelona no cuentan con el jugador para el próximo ejercicio, pero no hay que olvidar que Éric tiene contrato en vigor y regresa al Barcelona al término de su cesión en Girona. Y cualquier cosa que no sea quedarse hay que negociarla con el futbolista. En un principio y salvo sorpresa, la próxima temporada no estará en el Barcelona.

Chadi Riad en el Betis

El Barcelona puede recomprar a Chadi Riad pagando siete millones de euros. No es fácil que el club azulgrana ejecute esta opción. Dependerá de si tiene hueco en la plantilla y del dinero que haya para refuerzos. La Dirección Deportiva valora el rendimiento que está teniendo en el Betis, pero no será fácil que recale en el Barcelona.