Brahim Díaz no se fue del todo satisfecho el sábado ante el Mallorca, pese a la victoria del equipo. Se ganó, sí, pero el malagueño es tremendamente exigente consigo mismo (a veces, demasiado) y sabía que se le fueron un par de ocasiones claras para marcar. Por eso, el partido de mañana en Mánchester está subrayado en rojo para BD.
Primero, por reivindicarse en una competición donde ya ha dejado algunos momentos estelares, sobre todo, en el gol ‘maradoniano’ ante el RB Leipzig (0-1) en la fase de grupos. Y segundo, por enfrentarse a su exequipo, el City, con el que disputó 15 partidos profesionales (dos goles) antes de fichar por el Real Madrid en enero de 2019.
El delantero madridista cumplió la pasada semana 25 partidos en Champions (15 con el Milan, siete con el Madrid y tres con el City. En esta Champions, sobre un total de nueve partidos posibles, BD ha jugado seis, con dos goles (Lepizig y Braga) y una asistencia (contra Nápoles).
Una competición (CL) y un estadio (Etihad) que quieren servirle a Brahim para reivindicarse y tener los minutos necesarios para poder ayudar a un equipo que necesitará mañana poder ofensivo rotundo.
