as bolas del sorteo nos privaron de una de las mejor finales de la Champions de todos los tiempos, la que probablemente habrían protagonizado Real Madrid y City si hubieran ido por lados apuestos del cuadro. Disfrutaremos, sin embargo, de dos partidazos entre dos de los mejores equipos que se han construido en los últimos tiempos. Y sí, quizás la final quede reservada para cuando se sume a esta batalla Mbappé.

Quedó también claro que las noches mágicas del Bernabéu no se fabrican ni el día del sorteo ni en los días previos, sino en la calle Concha Espina a las seis de la tarde. Era la ida de cuartos, pero el ambiente era como el de la remontada al City de hace dos años. O más. Tres horas antes no cabía un alfiler. Y esa energía sigue llegando a los cimientos del Bernabéu, igual de vibrante con lamas que sin ellas. Las noches de Copa de Europa no han perdido su esencia con la reforma.

Las alineaciones también tenían mensaje. Ancelotti no especuló ni un poquito y cogió a sus 11 futbolistas más en forma y los repartió por el campo, aunque eso suponga jugar con un centrocampista, Tchouaméni, de defensa. Su partido, del minuto 2 al 90, es de las que consagran carreras. Lo del primero minuto, que le impide jugar la vuelta, mejor obviarlo. En el City, la bomba era la ausencia de De Bruyne por problemas estomacales. Su mejor jugador, fuera de combate. La noche pintaba perfecta, pero el Madrid nunca dibuja la carretera más recta en la Copa de Europa y a los 108 segundos ya tenía un defensa con amarilla, a su portero hundido y un 0-1 en el marcador, en el pequeño del primer anfiteatro, que el 360 lo deben estar reservando para Taylor Swift.

Guardiola, consciente de lo que pasa en el Bernabéu, no celebró el gol como loco. Hizo bien. Porque el Madrid sacó su orgullo, empató el duelo en el 12′, olió la sangre y se tiró a por el City con todos su escudos, con el del pecho y con el de la manga, el que dice que tiene 14 Copas de Europa. Lo que vino después fue un duelo a cañonazos. Al final, tres goles para cada uno y todo por decidir en el Etihad. Donde el Madrid debe sacar además del escudo, la mejor versión de Bellingham y Vinicius, los más grises ante el City. Un dato pinta de milagro lo que debe hacer el Madrid la semana que viene: el City no pierde en su casa desde septiembre de 2018.

Don Antonio Rüdiger

El alemán le tiene comida la moral a Haaland. Como hace un año, le volvió a dejar seco. Rüdiger no costó un euro y es uno de los mejores fichajes que ha hecho el Real Madrid en los últimos años. Rüdiger no es solo un defensa, es el alma del equipo, el que celebra igual un despeje que un gol, el primero que va a defender a sus compañeros en una trifulca, el que les llena de golpes cuando marcan, al que corean ya más que a Bellingham. El líder del equipo.

Ancelotti estuvo impecable

Dijo en la previa que estaba nervioso, como el buen estudiante que se ha preparado muy bien el examen y no quiere fallar. Porque Carletto tenía preparadas varias cosas. Con el once apostó por sus mejores hombres, sacrificando a Nacho para que jugara Tchoauméni. Y a nivel táctico acomodó a Rodrygo en la banda izquierda, dejando a Vini campar a sus anchas por todo el frente de ataque. Esa conexión dio lugar al 2-1. Acertaría también en los cambios, reflotando al equipo con Modric y Brahim cuando todo parecía perdido.

La noche estaba para más goles

No tuvieron el día los tres de arriba y el City, como hace un año, regresó con vida a casa. Vinicius y Rodrygo perdonaron demasiado ante Ortega y privaron al Madrid de una victoria más amplia. No fueron ocasiones clamorosas, pero sí situaciones que normalmente los brasileños convierten en gol. Le faltó al Madrid un poco más de colmillo arriba para ir al Etihad con un poco de colchón. Porque ese campo… Lo que le espera al Madrid allí va a ser tremendo. Y ahí sí estará De Bruyne, no lo duden.

Kroos y la firma de su contrato

Todo lo que no fuera encerrar a Kroos en el Bernabéu y no dejarle salir hasta que firme la renovación es un error del Real Madrid. El alemán volvió a dar una lección de cómo jugar al fútbol, una más en una gran noche. En el partido más exigente de la temporada, Kroos volvió a sobresalir por encima de todos. Increíble que un jugador que muestra ese nivel está pensando en dejar el fútbol. No puede ser.

Vaya tres golazos

Real Madrid y City decidieron resolver el partido a cañonazos. El equipo blanco hizo lo más difícil, alejar al equipo de Guardiola del área, pero sus futbolistas son tan buenos que encuentran soluciones a todos los problemas. Foden y Gvardiol con dos misiles silenciaron el Bernabéu, igual que De Bruyne hace un año. Menos mal que apareció Fede para enganchar una volea y soñar con la vuelta.

Bellingham se ha caído

Otro partido gris de Bellingham, que se está cayendo en el tramo decisivo de la temporada. ¿Está jugando mal? No, pero no está siendo el crack que necesita el Madrid para ganar la Champions. O Bellingham se levanta para la vuelta o la ‘remontada’ en el Etihad pinta casi imposible. Ante el City lo intentó, pero se le vio falto de energía y chispa.